Te
regalo mi cintura, y mis labios para cuando quieras besar. Te regalo mi
locura, y las pocas neuronas que quedan ya. Mis zapatos desteñidos, el
diario en el que escribo, te doy hasta mis suspiros. Porque eres tu mi
sol, la fe con que vivo, la potencia de mi voz, los pies con que camino.
Eres tu amor mis ganas de reir, el adiós que no sabré decir porque
nunca podré vivir sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario